Hola, después de tanto tiempo que juré no volver a hablarte o
escribirte, aquí me encuentro, escribiéndote esta carta y dándome cuenta
que aún me tiembla el pulso al pensar en ti.
Pero el motivo de la carta
no es el mismo que el de otras veces.
No te escribo para decir que aún te amo
ni para decir todo el rencor que te guardo, porque sinceramente ya no
siento ninguna de esas dos cosas.
Quería expresarte lo que sentí al
cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas. ¡Al mirarte a los ojos
aquel instante me quedé helada! y solo se me cruzó por mi cabeza una
palabra… ¡Gracias!
Gracias por haberme hecho esta persona que soy ahora.
Por haberme hecho más segura, más inteligente, más sensible… Menos
inocente. Gracias por haberme enseñado que los cuentos de amor de
princesas y príncipes son solo eso, cuentos.Gracias por curarme de mi ridícula obsesión por el amor.
Me enseñaste que en la vida
hay personas buenas, pero también personas malas que se disfrazan de
buenas. Gracias por haberme enseñado que decir te amo, no son palabras
sagradas, que son palabras que cualquiera puede decir, pero no todos
podemos sentir.Me enseñaste a que por más que yo le abra a alguien las
puertas de mi casa, de mi familia, de mi corazón, de mi cama, de mi
vida, no quiere decir que esa persona me las abra a mí también.
Gracias
por haberme dicho mirándome a los ojos que me amabas, que nunca me
engañaste, que yo era la mujer de tú vida con la que querías tener
hijos y un carlino… En fin, gracias por tantas mentiras. Aprendí que de bellas
palabras se enamoran las mujeres. Aprendí a ya no enamorarme de palabras
sino de hechos. Gracias por todas las veces que me culpaste por nuestra
relación.Ahora sé que yo hice todo lo que estaba a mi alcance por
buscar lo mejor para todos y creo que lo logré.
Mirando atrás, puedo
decir que este año me ha traido más cosas malas que buenas pero también
fue el año que más crecí. Me di cuenta de lo mucho que me desvalorizaba
y lo mucho que me desvalorizaron… Y ya no soy aquella nena inocente que
se creía todo lo que le decían.Cuando te crucé en la calle al ver tus
ojos ya no vi a aquel chico dulce del que hace años me enamoré,ese hombre cariñoso y cálido,¡cuantos abrazos nos habremos dado!¡cuantos besos!Dentro
de tus ojos solo vi un gran vacío y me di cuenta de que estaba
enamorada de una ilusión, de una mentira, de un cuento, de una máscara,de un recuerdo... pero no te culpo por eso, al contrario, te agradezco porque la
desilusión me genera más ganas de conocer a una persona verdadera que me
devuelva todo lo que yo le doy, sin tantas palabras y con más
hechos.
Creo que ya te he dicho todo lo que sentia,realmente necesitaba
desahogarme.
Finalmente gracias por
haber sido el mayor amor de vida,el peor error y la mejor lección.
Tantas lágrimas no fueron
en vano