sábado, 18 de octubre de 2014

Nosotros

Llevo una temporada sin saber de ti, pero hoy te me has venido a la cabeza.
Tú, todas tus poesías y aquella forma tan personal para conseguir que me enganchara a ti.
Todas aquellos mensajes, llamadas,  hablar sin decir nada.
Me hiciste feliz y aún no he sabido como darte las gracias, pues jamás me atreví a devolver con mi prosa tus poesías.
Somos tan diferentes que muchas veces nos necesitamos para enfrentarnos al mundo.
Tú, el último príncipe azul que queda, buscando la princesa prometida entre mil arpías que solo buscan jugar con tu corazón, haciendo que pierda ese matiz que lo hace único entre millones.
Y yo, la gamberra poeta, que luce con orgullo sus gloriosas heridas de guerra,  sabiendo que con el tiempo se convertirán en horribles cicatrices.
Creo amor, que nos equivocamos de época, tú eres del romanticismo y yo, bueno, de cualquier vanguardia que aún esté por venir.
El destino se nos cruzó, haciéndonos inseparables por un rato y al despertar, más espabilados, hizo que fuéramos dos personas que ya no necesitan necesitarse nunca más.
Epicentro de recuerdos, inventario humano de besos y caricias.
Y es que amor,  nadie puede con nosotros, ni siquiera nosotros.