lunes, 12 de agosto de 2013

Seamos felices



La vida es compleja, nadie dijo que vivir fuera fácil ¿verdad?
Desde pequeños en el colegio nos dan clases de matemáticas, literatura, física, geografía… pero nadie nos enseña cómo vivir. 
No nos dan las herramientas para poder hacer frente a nuestros problemas internos, no nos dicen  ”si te sientes inseguro haz esto, si estás perdido no te preocupes, haz aquello, si tienes miedo haz esto otro,si te han roto el corazón…”
TODOS nos hemos sentido así en algún momento dado de nuestra vida, es humano y es normal. 
Son sentimientos que a veces nos hacen sentir mal o muy muy mal, pero siempre hay que recordar que una vez pasada la tormenta siempre sale el sol iluminando un nuevo camino. 
Nuestros corazones se hacen más fuertes, más sabios, más maduros… y todo se ve de diferente forma.
He pasado un tiempo que me ha parecido demasiado largo curándome de aquello que me hizo sentir muy mal y puedo decir que ya llevo casi 2 semanas curando a este gran corazón que tengo.
¿El tratamiento? Dosis de cariño y sonrisas.
No existe una fórmula mágica de la felicidad, nadie te puede ayudar a superar tus problemas; sí dar consejos que te ayuden en un momento dado, pero en realidad la solución está en nuestro interior, sólo hay que buscar y rebuscar, dedicarle tiempo, escucharnos y sobre todo nunca darnos por vencidos. La vida es tropezarse, es levantarse, es reír, es llorar, soñar, disfrutar, amar, es aprender, sentir, gozar, dejarte llevar, es tomar decisiones por difíciles que sean…
Esto a la vez es lo que la hace interesante y que hace que cada mañana sea un regalo el estar aquí. Las tormentas existen, lo que hay que intentar es pasar el menos tiempo posible bajo ellas, lo justo y necesario para aprender la lección y seguir avanzando. La vida no para, el tiempo no se detiene, caminemos junto a ella y hagamos que el sol ilumine cada mañana de nuestra existencia.

Simplemente hay que recordar que a veces tendrás que dejar ir ciertas cosas, para que otras mejores se aproximen.