jueves, 29 de agosto de 2013

Bienvenida a la realidad


Desperté en el suelo de una habitación casi vacía,al menos de recuerdos y abrazada a una almohada rota. 
Me duelen los ojos y el resto del cuerpo también.
Fingí que era Sábado y me acomodé para ver el techo unas horas más.
Fingí que la carta aplastada por mis costillas no contenían las más duras palabras que alguna vez pude haber leído. Fingí no haber llorado. Fingí que el tiempo había pasado por lo menos 3 años, menos un verano y tres segundos de felicidad.
Ignoré la sed,la nostalgia, ignoré una voz, y otra voz, tal vez un sueño, tal vez alguna responsabilidad...
Salí a la calle despeinada, oliendo a pasado,con manchas de tinta en los ojos,despojada de cariño y fidelidad... 
Caminé cuanto pude y un poco más también.
El sol quema, las ansías me apuran y sin embargo, debo esperar... ¡No mentira, a quién quiero engañar!
¿Quién soy yo para imaginarme otra versión de la historia, para crear  finales alternativos, dando esperanzas, destrozando sueños, si ni siquiera nadie es capaz de escuchar mi grito de auxilio?, ¡Tengo problemas más graves! Mi hoja la he perdido... debe estar debajo de toda esa armadura de penas, aplastada en los charcos de lágrimas, envuelta en dolor, marchitada tal vez, quién sabe... 
Y ya no quiero esperar, por que me gusta este final alternativo,me gusta el rumbo de los acontecimientos y pensar... pensar que todo pasa y todo se supera.
Por que como me dijeron una vez...esto...esto también pasará y es cierto...pasa.
Bienvenida a la realidad Carolina

lunes, 12 de agosto de 2013

Seamos felices



La vida es compleja, nadie dijo que vivir fuera fácil ¿verdad?
Desde pequeños en el colegio nos dan clases de matemáticas, literatura, física, geografía… pero nadie nos enseña cómo vivir. 
No nos dan las herramientas para poder hacer frente a nuestros problemas internos, no nos dicen  ”si te sientes inseguro haz esto, si estás perdido no te preocupes, haz aquello, si tienes miedo haz esto otro,si te han roto el corazón…”
TODOS nos hemos sentido así en algún momento dado de nuestra vida, es humano y es normal. 
Son sentimientos que a veces nos hacen sentir mal o muy muy mal, pero siempre hay que recordar que una vez pasada la tormenta siempre sale el sol iluminando un nuevo camino. 
Nuestros corazones se hacen más fuertes, más sabios, más maduros… y todo se ve de diferente forma.
He pasado un tiempo que me ha parecido demasiado largo curándome de aquello que me hizo sentir muy mal y puedo decir que ya llevo casi 2 semanas curando a este gran corazón que tengo.
¿El tratamiento? Dosis de cariño y sonrisas.
No existe una fórmula mágica de la felicidad, nadie te puede ayudar a superar tus problemas; sí dar consejos que te ayuden en un momento dado, pero en realidad la solución está en nuestro interior, sólo hay que buscar y rebuscar, dedicarle tiempo, escucharnos y sobre todo nunca darnos por vencidos. La vida es tropezarse, es levantarse, es reír, es llorar, soñar, disfrutar, amar, es aprender, sentir, gozar, dejarte llevar, es tomar decisiones por difíciles que sean…
Esto a la vez es lo que la hace interesante y que hace que cada mañana sea un regalo el estar aquí. Las tormentas existen, lo que hay que intentar es pasar el menos tiempo posible bajo ellas, lo justo y necesario para aprender la lección y seguir avanzando. La vida no para, el tiempo no se detiene, caminemos junto a ella y hagamos que el sol ilumine cada mañana de nuestra existencia.

Simplemente hay que recordar que a veces tendrás que dejar ir ciertas cosas, para que otras mejores se aproximen.